miércoles, 25 de marzo de 2009
Su turno.
El pitido del microondas le sacó de sus reflexiones, le recordó que su café estaba esperando y que en tres cuartos de hora debía de estar en la universidad. Cogió su taza y se asomó al balcón, era pronto pero sin embargo un rumor de motores y un olor a tierra mojada le llegaban desde la calle que ya empezaba a despertarse. En ese momento se volvió a sentir como una anciana, últimamente la pasaba bastante, en el fondo mientras mira la fachada de su vecino sabe que solo está pasando una mala racha, que la vida al fin y al cabo es una balanza, todo el mundo se lleva su merecido, que ya la llegará su tiempo…A veces es muy difícil esperar. Esperar turnos, resultados, amores, respuestas, felicitaciones o incluso reacciones, pensar que siempre te toca ser el último, ¿y yo que? Gritó un día asomada a ese mismo balcón. Llegará mi tiempo de abundancia estoy seguro.
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