Me gusta oler el viento
por la noche es húmedo,
es mujer, un escarmiento,
un retal de dulce calma,
para mi temperamento.
Pero mi cama está vacía
y me vuelvo un violento,
¿Quién o qué santos cojones
me priva de mi alimento?
¿No merezco acaso aquello
que persigo con mi aliento?
Quiero jugar a este juego,
aunque sólo sea un momento,
para recomponer mi ego
con semen y cemento.
1 comentario:
Jóvenes que claman en gemidos
un verdadero comunismo sexual
con indecisos pasos hundidos
en relaciónes de carácter vanal
¡que no haya mendigos de caricias
que no haya por apatía relaciones
ni más monógamas inmundicias
que no haya del amor patrones!
Fuera las clases sociales, emancipación
adiós a líderes de estética
que monopolicen derechos de pasión
el sexo no entiende de ética
acabemos con esta triste función
ni monopolios ni privación ascética.
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