martes, 28 de diciembre de 2010

Un quinto de siglo.


En unos días, 20 tacos. Joder, se dice pronto. De todas formas, si me paro a pensarlo, mi vida ha cambiado mogollón en un año, bueno, concretamente en un año y medio. La uni, los amigos de la uni, ser monitor en guias, el teatro...Quizás, en la edad adulta, podré decir si aproceché al máximo estos años o no. De momento tengo la impresión de estar sacándoles bastante jugo, no todo, claro, nunca se disfruta todo lo que se quiere, pero la nota es de notable.
Son alrededor de 7300 días los que he vivido.Un total de 10.512.000 minutos. Me habría dado tiempo para ver 114.260 veces la película de "Abajo periscopio" una de mis preferidas.

Hace cosa de un año escribí un post muy parecido a este (si tengo tiempo haré una entrada para el día de mi cumple), pero he vuelto a sacar de mi cartera la lista de la que hablo en el último párrafo, y llevo tachadas 20 cosas. 4 mas que el año pasado. Vamos un poco lento, pero hay algunas que tardarán mucho.

Nunca he puesto la fecha en las redes sociales o cosas por el estilo. Yo soy malísimo para las fechas, y cuando me acuerdo de una es porque esta es importante. Por eso no tengo mi cumpleaños puesto en estos sitios, así veo quien se acuerda realmente de la fecha. De igual modo, felicitar por estos sitios, como el tuenti o el facebook es mas frio. Es mucho mejor un SMS, una llamada, un e-mail o incluso un comentario en este triste blog.

P.D:
La cosa va de ponerse nostálgicos, por eso el vídeo de Blossom de la entrada, un video muy molón y lleno de alegría muchachada!.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Abrazado a la tristeza.

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,
pena es mi paz y pena mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

...

No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!


El rayo que no cesa ( 1934-1935)
Ya va siendo hora de retomar el blog, que lleva demasiado tiempo abandonado.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Biografía personal.

Unos energúmenos del grupo de teatro me han hecho un regalo especial. Han rebuscado en los álbunes familiares, han aguantado largas charlas con mi abuela, han ido al registro, han contrastado pruebas de paternidad e incluso hablaron con mis tutores del instituto. Como resultado de todo esto, una biografía rigurosa, veraz y seria. Copio y pego:


Después del éxito que tuvo la Biografía nº 3, me dispongo a relatar la siguiente. Este relato os conmoverá y os alegrará en partes iguales. No hay nada como el retorno a la infancia, el volver a tener esa ilusión. Y por eso, he decidido que es momento para que todos conozcáis a...


En esta fotografía vemos a D. Pertur (derecha) justo antes de apalizar a su compañero de Impro Jorge (izquierda). Con ello ganó las medallas a “Moratón en el ojo derecho”, “Ayuda a la pared indefensa” y “Lanzamiento de jabalina”.

Pertur Jesús Fernando de los Dolores y Ambrosía, nace a sus 97 años en el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia. A los 95 años, tras haber sido criado entre Ents en el Parque Nacional, se produce su primer contacto con la civilización humana (unos bajitos seres que le marcarán de por vida), Kevin Ronaldo I, el primer papa latino de la historia, de visita por su país natal le acoge como si Pertur Jesús fuese su propio abuelo. A la temprana edad de 90 años y gracias a su inexplicable destreza para hablar “ardillo” es nombrado, por su mentor, arzobispo de la diocesis keniata de Ngorongoro. Allí, en medio de la naturaleza, abandona su vida monacal por su verdadera vocación: ser cámara de un programa de televisión en el que un ex-marine de dudosa proveniencia explicaba como sobrevivir en un entorno inhóspito.

Tras años haciendo de cámara en los parajes más terribles que el hombre pueda imaginar (Mordor, los baños de Kapital o el mismisimo local de NECN), encuentra en el horrible lugar que los sábados por la mañana acumula más bolsas de basura que cualquier otro punto geográfico de la tierra, Ciudad Universitaria, al que será su peor enemigo en la vida, un graffitero que estaba haciendo su trabajo. Pertur Jesús, hombre bondadoso y justo donde los haya, le pide amablemente que no ensucie el mobiliario urbano; el graffitero, lleno de envidia por el increíble atractivo clásico que ya a sus 74 años muestra, le lanza una piedra que impacta de lleno en su nuca haciéndole cosquillas. No hay nada que Pertur Jesús odie más que las cosquillas y el final del pobre graffitero puede verse en internet si se busca lo suficiente.

Durante unos minutos que parecieron años estuvo en plena efervescencia hormonal y por ello se mudó. Una vez que tuvo la ropa interior limpia se mudó. Por último, y tras un tiempo sin hablar a nadie: se mudó. Fue a vivir a un pequeño bosque donde se sentía como en casa. En un hombre de su calibre esto afecto a varios procesos estocásticos de su vida. En el terreno amoroso (como el llamaba al asiento de atrás de su cadillac) empezaron a cocer habas, como en todas partes, y éstas como todo el mundo sabe, tienen un 50% de posibilidades de ser mágicas (o sí, o no). Todos os lo estaréis imaginando así que os lo digo: No eran mágicas. El trauma estaba asegurado (en varios miles de milesimos de € y en la compañía esa del teléfono rojo).

Cumplidos los 51, decidió volver a su Colombia natal. La vida moderna que había llevado entre leones, ex-marines, fuerzas del orden y alguna que otra ardilla le había cambiado por completo. Ya no era aquel chaval de 87 que saltaba a la comba y jugaba con peonzas y tazos. Colombia ya no era tan bonita como la recordaba. Además, toda su pandilla vivía con nietos e hijos todavía. No habían envejecido lo suficiente como para ser almas libres. “¡A la mierda, Mama! Volví nostálgico, llore durante meses y ahora no me quieres preparar esas lentejas tan ricas que me hacías los viernes”. Hastiado de la familia (su abuela no hacia más que llamarle Borja), pensó en esas pequeñas criaturitas tan indefensas y en como el podría protegerlas y enseñarles todo lo que sabía. Ay, los pequeños castores necesitaban a Pertur y Pertur a esos pequeños hijos de puta tan majos. Se unió a los Bolly Caos.

Aventuras, fuegos de campamento y algún brazo escayolado le devolvieron la ilusión de vivir. Ascendió rapidamente a Gran Jefe. De Gran Jefe a Gran Hombre. De Gran Hombre a Gran Ados. Pertur (Gran Ados) era alguien indispensable en el grupo y se hizo valer. Lanzó una OPA hostil a Google. Lo perdió todo. Lanzó otra OPA a Hacendado. Perdió todo otra vez. Lanzó a un niño a un pozo. Le expulsaron de los Bolly Caos. Se aficionó a la comida (por gula) y a una página web de cultura general (tipo Trivial) y los años hicieron mella en su cuerpo. Tenía 33 años muy bien llevados, pero por dentro se sentía con más de 60. Su cuerpo estaba en la flor de la vida y estaba más fuerte que nunca. Pero, aun sin arrugas en la frente, algo echaba en falta. Intentó llenar ese vacío con continuas visitas guiadas al asiento de atrás de su viejo Cadillac (su terreno amoroso), pero no descubría qué le faltaba. Su larga y dura vida solitaria ayudando a los demás no le había dejado tiempo para pensar en sí mismo y ahora no sabía cómo actuar. No sabía qué le pasaba.

Cumplió 29 años. “¿Qué voy a hacer ahora? Soy un veinteañero. ¡A nadie le gustan los veinteañeros!”. La típica depresión de la década de los 20.
Cumplió 27. “Maldita sea, sigo más solo que la una y tengo un ligero dolor de espalda continuo, ¿me estaré haciendo viejo?”.
26. “Debería aprender a usar un ordenador y eso que llaman Internet. Espero poder con una mano en la espalda”.
24. “No soy tan joven como para vivir con mis padres. ¡Todavia no!”.
22. “Los dos patitos por lo menos se tienen el uno al otro”.
18. “Ya puedo votar e ir a la cárcel”.
15. “Estoy harto de hacerme fotos en el espejo del baño y subirlas a tuenti”.
12. “Llegaré a ser el mejor entrenador pokemon. ¡Ja! ¿Dónde estás ahora, jodido graffitero? Seguro que ya has nacido”.
7. “Me gusta una niña de mi clase, Julieta Simón, pero no me atrevo a decírselo. No todavía. Le pediré valor a Los Reyes Magos”.
6. “Julieta, ¿quieres ser mi novia?”.
5. “Tengo miedo de la oscuridad, no te separes nunca de mí”.
4. “Tengo miedo de olvidar andar y que me tengas que llevar a cuestas...”.
3. “... de olvidar hablar y no poder decirte nada más...”.
2. “...Tengo miedo de crecer....”.
1. “... y siempre he tenido miedo de nacer y no volver a verte nunca, Julieta”.
0. “Pertur, has sido mi Caratopo favorito, dame un beso durante este ultimo año, tontorrón. Hasta siempre”.