domingo, 3 de enero de 2010

Lista de despropósitos.


" Ojalá te escondieras de miedo en mi cama, de las nubes cargadas de lluvia, de tu contestador..." Mientras suena Pablo Moro, sondeo con parsimonia mi escritorio: El centro neurálgico y de operaciones es el teclado. En torno a él, hay una comunidad de papelitos, que viven a la sombra de una pequeña pila de apuntes de Geología, los cuales comparten sitio con un par de altavoces.
" No entiendo la poesía no me andaré por las ramas, ya hay demasiadas mentiras en las canciones..."
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Si miramos a la esquina superior derecha, vemos una zona, que juega el mismo papel que el casco antiguo en las ciudades, es decir, muchas cosas curiosas y sin un orden muy claro. Así de primeras estoy viendo un papel con las notas que tomé en una excursión de hace dos meses.
El ecosistema lo vienen a completar algunas especies oportunistas del tipo de un ejemplar de la Geographic, la tapa de una calculadora, pinturillas, un parche de SA, una tuerca, el movil, folletos, boligrafos...
"ojalá fuera facil convencerte de todo, sin hacerte promesas que no voy a saber cumplir..."

Pablo Moro sigue sonando, pero sus acordes hacen eco contra las paredes, no entran por mis oidos. En ese momento en mi cabeza hay otra partitura, el tempo me acaba de indicar que hace seis horas que tengo diecinueve años y claro, me he desacompasado.
Si tuviera setenta años el médico me recomendaría un marcapasos, para no perderme y seguir un camino correcto. Pero de momento no hace más que recetarme marihuana medicinal. Yo como no soy médico, obedezco ciegamente.
"quien puede jurar que es real su mapa del tesoro, quien sabe los secretos para hacerte feliz..."

Los consejos del médico, hacen que las palabras de Pablo entren un poquito más en mis oidos. A mí, diecinueve años, me parecen muchísimos.
Hace unos dos años, hice una lista con objetivos vitales. En total eran unos 40 logros que deseaba conseguir. La verdad es que la lista no fué muy práctica, pues no la hice con vistas a cumplirse en un plazo determinado de tiempo. Pues bien, esa lista la llevo siempre encima, en la cartera, y a veces en el bus, o en mi cuarto, la saco para volverla a leer. Muy de vez en cuando, en contadas ocasiones, tacho algo. De esa lista, he tachado 16 cosas. Me he quedado a 4 cosas del aprobado, tengo mucho que hacer este año.

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