domingo, 29 de marzo de 2009
Pulveriza una marca y esnifatela.
En 1968 el atleta afroamericano Bob Beamon, batió en los Juegos Olimpicos de México el récord del mundo de salto de longitud, estableciendo una marca de 8,90 metros, 55 cm por encima del hasta entonces record mundial. Esta marca maravillosa tardó 22 años, 10 meses y 22 días, en volver a ser superada en los Campeonatos del Mundo de Atletismo de 1991, celebrados en Tokio.
En la vida, como en el atletismo, hay marcas que tardan muchísimo tiempo en superarse, con el sufrimiento que conlleva a los aspirantes.
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