lunes, 22 de junio de 2009

Problemas con los premios extraordinarios de bachillerato.

EL TALENTO, EL ESFUERZO Y LA ILUSION DE NUESTROS JOVENES NO ENTIENDEN DE NORMAS INSENSIBLES

Hablo en calidad de padre de uno de los alumnos de Bachillerato que ha intentado presentarse a los Premios Extraordinarios de Bachillerato Curso 2008-2009 de la Comunidad de Madrid, cuyas pruebas tendrán lugar el próximo 24 de Junio.

Desgraciadamente, por una desafortunada interpretación por parte del Colegio de mi hijo, en relación con las fechas de inscripción y presentación de la documentación correspondiente a los alumnos aspirantes a dichos Premios, un total de 8 jóvenes y prometedores estudiantes –entre ellos, mi hijo- han quedado excluidos de las listas de aspirantes. Motivo: se presentó la documentación correspondiente a las solicitudes el lunes, 1 de Junio, al Instituto de Educación Secundaria al que el Colegio está adscrito, cuando el plazo expiraba el viernes, 29 de Mayo. No obstante, hasta el martes, 2 de Junio (y aquí estuvo el malentendido, en mi opinión), dicha documentación podía ser entregada, como así se hizo, desde el Instituto a la Dirección de Área Territorial responsable, en este caso la correspondiente al área Oeste de Madrid. Adicionalmente, y por información publicada por la propia Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, otros Colegios han tenido la misma problemática.

A pesar, me consta, de los esfuerzos del Colegio por aclarar y justificar la situación producida, ninguna de sus razones resultaron aceptadas y, desde el primer momento, dichas solicitudes fueron rechazadas, lo que motivó que el Colegio nos informara a los padres de la situación producida.

Ante mi total asombro e incomprensión de la situación, decidí, como padre, solicitar de las correspondientes Autoridades educativas su apoyo para la resolución de este triste episodio. Al igual que el Colegio, recibí un trato absolutamente correcto, pero igual de inflexible e insensible, lo que me ha llevado a plantearme este caso como una cuestión de principios y de valores, que estoy dispuesto a defender hasta sus últimas consecuencias. En este sentido, y admitiendo el error producido, permítaseme algunas reflexiones personales:

• ¿Qué clase de educación y de valores estamos transmitiendo a nuestros jóvenes desde nuestro Sistema Educativo?. Es más importante hacer cumplir las normas (interpretadas de forma estricta) que incentivar la moral y el espíritu de superación de nuestros jóvenes?. ¿Acaso deben ser las normas un fin en sí mismo y estar por encima de las personas a las que sirven?. En mi opinión, creo que no. Las normas son un medio y deben existir porque existimos las personas.

• ¿Puede este Sistema Educativo “pasar por encima” del esfuerzo y el talento que han demostrado este grupo de 8 jóvenes (y otros muchos, sin duda), cuyo única responsabilidad es la de haber obtenido unas notas brillantes, como premio a su continuado esfuerzo?. ¿Podemos y debemos privarles como Sociedad de esta oportunidad, aunque la responsabilidad del error sea ajena a ellos mismos?. Que alguien conteste, por favor. Además, en este caso particular, no puede producirse ningún tipo de favoritismo hacia este grupo de jóvenes, puesto que todos los estudiantes deben demostrar sus conocimientos en idénticas condiciones y en el mismo sitio: el pupitre del examen, el día del examen.

• Pero lo más grave sin duda es “cargarnos” su ilusión. Conozco por mi hijo la ilusión que tenían todos ellos por presentarse a estos Premios, pero en mi caso personal, díganme: ¿qué debo contestar a mi hijo cuando al comienzo de este curso escolar con una salud francamente deteriorada por una importante enfermedad, haciendo un esfuerzo casi sobrehumano, en contra de la opinión del propio hospital y desde luego con el apoyo de sus padres y el colegio, logra no sólo no dejar sus estudios sino acabar el curso con unas notas brillantes; hace poco menos de un mes me dice “papá, me hace ilusión presentarme a estos Premios”; y hoy me dice “papá, déjalo, no merece la pena que sigas perdiendo el tiempo que estás dedicando”?. Díganme: de verdad podrían ustedes apoyar como padres un Sistema Educativo que prima más la aplicación rigurosa y estricta de un plazo que se supera involuntariamente por horas que la ilusión de un chico como éste?.

• Señores responsables del Sistema Educativo de la Comunidad de Madrid: Les recuerdo el objeto que persigue la concesión de dichos Premios, publicado en la Orden 2244/2009, de 13 de Mayo: “Dar reconocimiento oficial a los méritos basados en el esfuerzo y en el trabajo de los alumnos que cursan los estudios de Bachillerato con excelente rendimiento académico, y permitir su participación en la fase del concurso nacional”. Permítanme expresarles mi opinión, en el sentido de que no es posible reconocer todo lo anterior cuando desde mi peregrinación por todas sus áreas y direcciones sólo he encontrado un excelente trato personal pero una inflexible posición respecto de este asunto. Relaciono a continuación, las áreas de la Consejería de Educación a las que infructuosamente he pedido ayuda:

o-Presidencia del Tribunal.
o-Dirección Área Territorial Madrid-Oeste.
o-Dirección General de Educación Secundaria.
o-Viceconsejería de Educación.


Asimísmo, me propongo continuar mi reclamación y petición de ayuda para que este grupo de 8 jóvenes, y todos los que por este tipo de motivos hayan quedado excluidos, puedan presentarse a las pruebas del próximo día 24 de Junio, a:

o-Defensor del Pueblo.
o-Consejería de Educación.
o-Presidencia de la Comunidad de Madrid.
o-Ministerio de Educación.
o-Y cuantas personas, instituciones nacionales y europeas, y medios de comunicación estén a mi alcance y quieran escucharme y ayudarme.


Finalmente, les pido encarecidamente a nuestros políticos que no decaigan en su responsabilidad de hacer que nuestro Sistema Educativo sea cada vez más sensible hacia el talento, el esfuerzo y la ilusión de aquella parte de nuestra Juventud que siente la necesidad de prepararse y superarse en sus conocimientos. Recuerden que serán nuestros ciudadanos del mañana y que no podrán transmitir nada que no se les haya enseñado previamente.

Emilio Quintana Muñoz 
Madrid, 19-06-09

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