Costumbres.
Mal acostumbrados mis pies
me llevan a tu puerta.
Con el sabor de flores y miel
de tu boca perfecta.
Mi piel, mal alimentada
me pregunta por ti.
Hecha de menos tus marcas
a la hora de dormir.
Mi boca es el problema
se niega a obedecer
y en cuanto te me acercas
confiesa su interés.
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