martes, 4 de agosto de 2009

Me gusta oler el viento.

Me gusta oler el viento
por la noche es húmedo,
es mujer, un escarmiento,
un retal de dulce calma,
para mi temperamento.

Pero mi cama está vacía
y me vuelvo un violento
¿Quién o qué santos cojones
me priva de mi alimento?
¿No merezco acaso aquello
que persigo con mi aliento?
quiero jugar a este juego
aunque solo sea un momento
para recomponer mi ego
con semen y cemento.

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